Tener un blog en Internet puede ser un paso definitivo hacia nuestro estrellato, o simplemente un entretenimiento. Hay quien los utiliza como plataforma para demostrar su talento, con el dibujo, con la escritura, con cualquier tipo de arte. En un espacio como Internet, donde hoy en día puedes llegar a millones de personas en unos pocos clicks, está claro que poseer un sitio personal a través del cual poder compartir tu visión de las cosas, o de un blog empresarial que sirva para potenciar tu imagen de marca y tu posicionamiento en los buscadores, es una buena alternativa para obtener visibilidad. Debemos tener un blog bien diseñado, agradable a la vista y que sea sencillo de leer para cualquier que entre en él. Y sobre todo, debemos llenarlo de buen contenido, que es lo más importante.
El contenido del blog será lo que atraiga a los lectores, pero también lo que les haga quedarse y repetir, guardándonos en favoritos, convirtiéndonos en una de esas páginas a seguir que lean de cuando en cuando. Porque no se trata de colgar un artículo de presentación y dejarlo ahí como lo único reseñable. Si empezamos un blog es para darle continuidad, y eso es algo que por desgracia, muchos no acaban de entender. No se trata de poner un artículo cada vez que nos acordemos de que tenemos un blog, por rellenar y punto. Hemos de tener una buena organización, una previsión total para ir subiendo artículos cada poco tiempo, y así atraer a más lectores, y también ser más amigables para los algoritmos de Google, que favorecen precisamente los blogs que suelen actualizarse a menudo. Aquí te vamos a dar algunas claves para que lleves el tuyo un paso más allá.
¿Qué tipo de blog tienes?
Actualizar tu blog habitualmente es algo importante, pero es cierto que dependerá también del tipo de blog que tengamos, porque no es lo mismo tener un blog personal en el que subimos poemas y relatos, a tener un blog empresarial, en el que vamos añadiendo información referente a nuestro sector, que acompaña a nuestra propia web. En el primer caso, las actualizaciones serán tan constantes como nosotros lo consideremos, porque el posicionamiento es importante, pero no tanto, ya que al final las visitas llegarán a través de otros medios. Sin embargo, mantener actualizado un buen blog empresarial, con uno o dos artículos a la semana, es una alternativa magnífica para obtener mayor visibilidad en Internet y dar también una imagen de profesionalidad, consiguiendo que la gente nos conozca a través de esos artículos.
Google premia las publicaciones frecuentes
Los algoritmos de Google, el principal buscador del mundo, van cambiando cada cierto tiempo, para ajustarse mejor a lo que Internet requiere. Si bien es cierto que esos cambios a veces son más profundos y otras más leves, una de las cosas que casi siempre se mantiene es la necesidad de adaptarse a esos buscadores para aparecer bien arriba en las búsquedas, algo que atraerá a más visitantes, que es también una de las misiones de cualquier blog, incluso los más pequeños y personales. Debemos llevarnos bien con Google, y eso significa “seguir sus reglas”, para encajar mejor en el algoritmo que decide quién aparece primero en las búsquedas de los usuarios. ¿Cómo lo hacemos? Publicado de forma frecuente.
Y es que Google quiere que tu blog sea una referencia, y por eso permite la sana competencia entre todos los blogueros, premiando a aquellos que son capaces de actualizar su blog de forma habitual. De hecho, la frecuencia de subida de artículos es uno de los factores más importantes a la hora de aparecer arriba en búsquedas, junto con el SEO, la propia calidad del contenido. Con esto queremos decir que los artículos no solo tienen que ser frecuentes, sino también de calidad, porque no nos servirá de nada poner post pequeño, que no tengan mucha enjundia, cada día de la semana. Hemos de saber encontrar el equilibrio.
Compensar una publicación menos frecuente
Todos pensamos, cuando empezamos un blog y tenemos tanta pasión y tanta ilusión, que vamos a poder publicar varias veces por semana. Algunos incluso piensan que podrán mantener un ritmo diario, que puede ser apropiado para ciertos blogs, como los de reseñas, por ejemplo. Sin embargo, la realidad normalmente nos golpea en la cara bien pronto, demostrándonos que no vamos a tener tanto tiempo disponible para dedicarle a algo que, al menos al principio, no nos va a dar dinero. Hemos de ser realistas y entender que a veces solo podremos publicar uno o dos post por semana, que tampoco es un mal ritmo. Para compensar, intentaremos que esos post sean amplios y sobre todo, que tengan mucha calidad, que enganchen a los lectores, para que así convirtamos ese “fallo” en una ventaja, haciendo que todos esperan los nuevos post semanales.
Entonces, ¿cada cuánto debes publicar en tu blog?
Como ya habrás podido comprobar, la frecuencia de actualización de un blog es un tema sumamente importante para conseguir darle visibilidad a nuestro espacio en la web, pero cada blog es un mundo. Dependerá de cada tipo de blog, para entender que el tema de la frecuencia también varía y puede ser muy diferente. Por ejemplo, si tienes un blog personal, en el que solo estás subiendo poemas, relatos, pensamiento o sencillamente cosas que te gustan, la frecuencia de subida puede ser más inestable, porque al fin y al cabo, tampoco estás utilizando ese blog como plataforma, solo como liberación. Si por el contrario te concentras en él para sacar tu lado creativo, con vistas a que otros te lean, subir al menos un par de post sí que puede ser una buena frecuencia.
Lo mismo ocurre con los blogs empresariales, que van “pegados” las páginas web de las compañías, y que cuentan con una frecuencia de subida algo más alta. Dos o tres post semanales pueden ser suficientes, ya que tampoco vale la pena crear contenido poco interesante. Mejor dos artículos con mucha calidad que cinco que apenas tengan interés para el público. Se trata de atraer a nuevos posibles clientes con artículos que tengan que ver con el tema de nuestro sector, y que puedan interesarles. Es una manera de llevarles a nuestra web de una forma mucho más subliminal, casi sin que se den cuenta. Evidentemente, aprovecharemos esa ventaja para ofrecer nuestros servicios y productos.